Bueno, en mi viaje a Thailandia me encontré, en mitad de la montaña, alejada completamente de la sociedad más moderna y fuera de todo tipo de lujos, dinero y desarrollo, una aldea. En ella, el dinero escasea, el desarrollo es impensable y lo más parecido a un baño es un agujero en el suelo. Paseando por uno de esos caminos polvorientos encontré lo que para unos puede sonar a chiste y para otros un "aquí no se desperdicia nada". Os hablo de esta imagen.
Un ingenioso cubo de basura hecho a partir de las sobras de neumáticos viejos de sus coches. ¿Por qué os cuento esto? Ese cubo, para mí, también puede significar una solución y contribución al cuidado del medio ambiente. Sin ir más lejos, se reduciría la continua combustión de neumáticos. Haciendo que se quemasen de una forma más controlada, poco a poco. Mientras unos se queman otros se reutilizan para su posterior quema. Por lo menos no estaríamos emitiendo tantos gases negros a la atmósfera en cuestión de segundos, sino en cuestión de años.
Además de ahorrarnos también dinero en producir cubos de basura de plástico o de hierro. Y su posterior destrucción.
